miércoles, 2 de marzo de 2011

RESEÑA SOBRE LA HIPERNOVELA "COMO EL CIELO LOS OJOS"

Como el cielo los ojos es una hipernovela escrita por Edith Checa, escritora nacida en Sevilla, España en 1957. Es narrada por tres personajes distintos: Javier, Iñaki y Paco, quienes comparten sus puntos de vista acerca de la muerte de otro personaje común para todos ellos, Isabel.

Javier lo hace de una manera relativamente nostálgica pues él sentía un amor muy grande por ella, con particulares celos hacia su ex-novio, pues siente que nadie conocía a Isabel como él. Detesta el hecho de que su ex conozca su vida privada, pues siente que nadie pertenecía en ella como él.  A esto se le suma el hecho de que Javier es muy perceptivo, como lo indican los primeros parrafos de la novela:

“En la primera fila destacan tres mujeres: una muy joven, casi una niña, encorvada. Llora. A su izquierda otra mujer, también llora. Lo sé por el movimiento insistente de su mano y su pañuelo, del regazo a los ojos, de los ojos al regazo y vuelta a empezar. Creo que tienen ambas las manos entrelazadas.” (Checa)

Y entre los tres personajes, parece que Javier es quien más amó a Isabel. Lo explica su emoción al obtener el permiso de escarbar entre sus archivos para ver si había material que valiera la pena publicar. Lo explica la manera en que se refiere a Isabel en primera persona aunque estuviese muerta, y finalmente lo explica su alegría al llevar sus cenizas y esparcirlas. Javier parecería bien ser esa persona de la que habla Isabel al decir: “... quiero diluir mi esencia con la misma naturaleza para sentirme viva eternamente..., sentirme viva mientras alguien me ame, sobre todo el viajero que tiene como el cielo los ojos.” (Checa)

Iñaki es lo contrario de Javier. Aunque su relación con Isabel tambien era de novios, es mucho más nervioso y algo negativo. Cuando sabe que Iñaki ha escrito una carta póstuma, su miedo principal yace en saber si él ha sido mencionado en ella, tiene miedo de que ella haya escrito cosas negativas acerca de él. Iñaki no parece prestarle ninguna atención a Isabel, ni siquiera en su entierro cuando le preguntan por su pasividad ante el asunto. Pero detrás hay algo mucho más complicado: Iñaki no se entregó a Isabel, por el simple miedo de perderla. Y su miedo se refleja en diversos factores: en su relación con sus hijos, en su actitud general ante la vida, en la incapacidad para asumir lo negativo, que se refleja en su intento de suicidarse, retratado a continuación: “¡Te odio, zorra!, me has quitado a mi hijo, ¡a todos mis hijos!, ven ya de una vez, no me hagas esperar más. Estoy sentado sobre la silla de esta horca tan sumamente bien preparada, sentado en mi querida silla, casi no puedo levantarme porque me duele la vejiga.” (Checa)

Y finalmente, Paco: el ex-marido de Isabel, con quien estuvo relacionado durante diez años (cinco años de novios, cinco de casados), y con quien fue infiel, bajo la excusa de que debía salir todas las mañanas ha sacar la basura. Su pensamiento no es de la mayor compasión, como lo refleja la siguiente cita:

“Hemos estado diez años separados, no nos hemos llevado muy mal. Ahora ha muerto. Ya no existe. Isabel no existe. Nunca volverá a llamarme para darme el coñazo con lo de los alimentos de la niña. Ni volverá a decirme que se me va a caer la picha a pedazos. Ni la volveré a ver. ¿Soy viudo?, no sé siquiera si puedo considerarme viudo. No, estoy divorciado de ella así que no puedo ser viudo. Ni siquiera se si tengo derecho a alguna pensión. ¡Joder!, ¡sería cojonudo!, ahora voy a tener muchos más gastos con la niña. Menos mal que mi madre me echará una mano en todo. También me la echará Susana, son buenas amigas, aunque no sé, no sé, son amigas porque la niña venía poco, pero ahora que van a vivir juntas, no sé.”
(Checa)

De tal manera que Paco, Iñaki y Javier, diferentes como son, pueden encontrarse en esta historia gracias a un factor común, a un hilo conductor: Isabel. ¿Qué ocurrira con ellos después de su muerte? Aunque Checa habla de esto en la novella, probablemente sera mejor detallarlo en una secuela

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